Si La Habana parece el escenario de una película de Stanley Donen, con sus elegantes coches y el lujo decadente de sus fachadas, el Hotel Nacional de Cuba atraviesa las puertas del tiempo para entrar de lleno en la época dorada de Hollywoood y los años 50. Su emplazamiento histórico es incluso anterior, puesto que se levantó sobre la antigua Batería de Santa Clara en la zona del Monte Vedado; denominado así porque se impedía el acceso a la playa para utilizarse como fortín ante los ataques corsarios. Aún puede visitarse la cueva Taganana en sus jardines.

Refugio de Taganana en los jardines del Hotel Nacional frente al Malecón.
Esta batería, junto a La Habana Vieja, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982. La visita guiada por la defensa y el hotel es abierta y gratuita.

Cañón de la batería de Santa Clara, Patrimonio de la Humanidad desde 1982.

El cañón «Ordóñez» y el «Krupp» formaron parte de la batería de Santa Clara.
El bar del jardín es un idílico edén frente al Malecón donde respirar el aire del trópico, saludado por el leve movimiento de las palmeras que parecen abanicar al visitante. Un refugio alejado de los cazaturistas, donde escuchar el son cubano en directo, bajo los arcos de piedra en confortables sillones de mimbre.

No dudes en acercarte al bar del Hotel Nacional a escuchar el son cubano en directo en los jardines del hotel.

El bar de los jardines del Hotel Nacional es un rincón perfecto para disfrutar de la noche cubana frente al mar.
De noche, cuando salitre del mar perfuma sus jardines o de día, con la deslumbrante luz de La Habana.

Los jardines del Hotel Nacional ofrecen una plácida imagen del estrecho de Florida.
El Hotel Nacional de Cuba se levantó a principios de los años 30 inspirándose en el diseño del Hotel Breakers de Palm Beach en Florida. El resultado es un espléndido edificio que mezcla el Art Déco y el Neoclásico ecléctico típico de La Habana. Su vestíbulo morisco subraya su aire colonial e histórico.

El emblema original del Hotel Nacional de Cuba resiste el paso del tiempo en una baldosa del jardín.

Entrada del Hotel Nacional de Cuba.

Puerta interior del Hotel Nacional con decorado morisco.

Vestíbulo del Hotel Nacional de Cuba.

Las puertas del Hotel Nacional de Cuba conservan su diseño original.
El hotel del Star System de Hollywood
Las estrellas que jalonan el Hotel Nacional de Cuba no son solo las que muestran su categoría sino las fotografías de sus huéspedes más ilustres entre los que encontramos al Star System de Hollywood: Fred Astaire, Errol Flynn, Johnny Weismuller que inauguró su piscina, Buster Keaton, Ava Gardner, Frank Sinatra, Spencer Tracy, Rita Hayworth, John Wayne y un largo etc.

Ava Gardner o Frank Sinatra fueron algunas de las estrellas que se alojaron durante los años 50.
Todos ellos aparecen retratados en el bar adyacente al jardín, el Vista al Golfo, más conocido como Salón de la Fama.

Vista general del Salón de la Fama del Hotel Nacional de Cuba.
Políticos como Winston Churchill, el ínclito Ernest Hemingway o músicos como Nat King Cole, entre muchos otros se alojaron aquí.

Montaje fotográfico que recuerda a los huéspedes más famosos de los años 40.
También quedan vestigios de teléfonos antiguos y otros utensilios de época empleados en el hotel.

Antigua mesa de juego del casino del hotel reconvertido en el Cabaré Parisién
La gran reunión de la mafia
Corría el año 1946 cuando el Hotel Nacional de Cuba acogió lo que se denominó la gran reunión de la mafia. El hotel cerró sus puertas bajo la apariencia de un concierto de Frank Sinatra para albergar a las familias más famosas de la mafia estadounidense. Entre los presentes se encontraban Lucky Luciano, Meyer Lansky y Frank Costello. Posteriormente, el casino se reconvirtió en el Cabaré Parisién, inaugurado por Eartha Kitt. Se trata de una alternativa al Club Tropicana, más turístico, caro y kitsch.

Acceso al Cabaré Parisién en el exterior del Hotel Nacional de Cuba.
Si, como a mí, te fascinan estos hoteles históricos te recomiendo que vayas al Hotel Nacional de Cuba a recorrer sus instalaciones y los restos de la Batería de Santa Clara. Las visitas guiadas gratuitas se realizan de lunes a viernes a las 10h y a las 16h y los sábados a las 10h. Y por supuesto, que disfrutes del bar de su jardín.
También merece una visita el bar de la piscina del cercano Hotel Capri, otro histórico alojamiento.

El Hotel Capri se erigió con el dinero del gánster Santo Trafficante, un estadounidense de origen italiano.
Hotel Capri: el hotel modernista de la mafia y El Padrino

El Hotel Capri está situado entre el Hotel Nacional y el Hotel Habana Libre, en la zona del Vedado.
Ubicado a 200 m. del Hotel Nacional de Cuba, el Hotel Capri se edificó con el dinero de la mafia y siguiendo el patrón modernista imperante en los años 50.

Vestíbulo del Hotel Capri.
Su historia y el edificio no resultan tan impresionantes como los de su vecino pero su azotea con unas vistas maravillosas al Malecón y la reciente remodelación interior lo convierten en una excelente opción de alojamiento.
El hotel Capri era propiedad de otro de los protagonistas de la gran reunión de la mafia, Santo Trafficante, pero bajo la aparente gestión del actor George Raft. Posteriormente, el hotel y el bar de la piscina en la azotea fueron escenario de películas como «Nuestro hombre en La Habana» de Carol Reed y «Soy Cuba» de Mijaíl Kalatazov.
Allí se celebró también la reunión de Michael Corleone con Hyman Roth en la segunda entrega de «El Padrino». Sin embargo, debido al embargo, Francis Ford Coppola rodó las secuencias en la República Dominicana.
La azotea con piscina del Hotel Capri
La azotea del Hotel Capri es un mirador de La Habana y el Malecón que te dejará sin palabras. Situada a 19 plantas de altura cuenta con piscina, bar y restaurante.

La piscina del Hotel Capri está junto al bar de la azotea.
La decoración conserva todo el encanto modernista de los años 50, elegantemente remozado y rodeado de una balconada que permite una vista de 360 grados sobre La Habana.

El restaurante de la terraza se encuentra sobre el bar de la piscina.

La vista del Malecón desde la terraza del Hotel Capri ofrece una vista de la zona más animada del Malecón.

Desde la terraza se ve el Hotel Habana Libre y el Memorial José Martí al fondo.
Aunque no te alojes en el Hotel Capri, te recomiendo que subas al bar de la azotea junto a la piscina para contemplar el atardecer del Malecón, mientras saboreas un cóctel o un delicioso café cubano.

El Hotel Nacional de Cuba visto desde la terraza del Hotel Capri al atardecer.
También verás desde allí el cercano edificio Focsa, el vecino Hotel Nacional de Cuba y más lejano, el Monumento a José Martí en la Plaza de La Revolución. Y si te hospedas en el Capri, prueba a darte un baño en la piscina mirando a las estrellas. Te sentirás como una de ellas.
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