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Brihuega: el refugio en La Alcarria del gran escritor y corresponsal Manu Leguineche

Castillo de la Piedra Bermeja en Brihuega | La Alcarria |Guadalajara
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Brihuega, también conocida como el jardín de La Alcarria, es el lugar que Manu Leguineche eligió para establecer su residencia definitiva en los últimos años de su vida. Mi admiración por este gran periodista, autor de más de 40 libros y fundador de las agencias Colpisa y Fax Pressme llevó hasta Brihuega, en Guadalajara

Manu Leguineche dio dos veces la vuelta al mundo como relató en sus libros El camino más corto y La vuelta al mundo en 81 días. Si alguien con semejante trayectoria, escogió Brihuega como lugar para vivir, yo necesitaba conocer esta localidad que le cautivó. Puedo decirte que después de pasar allí varios días, comprendí su fascinación.

Puerta de la Cadena de Brihuega

Puerta de la Cadena vista desde el interior de la histórica muralla del siglo XII.

Brihuega está situada en la llamada Alcarria alta. Sus rincones están poblados de jardinespatios interiores, herencia de su pasado árabe y del constante rumor cantarín del agua que brota de sus fuentes. Un imponente castillo, llamado de la Piedra Bermeja por una trágica leyenda de sangre de la doncella Elisa, se alza junto a la iglesia de la patrona de la localidad; respaldado en lo alto por la Real Fábrica de Paños y rodeado por los restos de la muralla que resguardaba Brihuega. Aún conserva varias puertas como la de la Cadena; el arco de Cozagón o el de la Guía, en honor a la Virgen, entre otras.

Fuente de los Doce Caños en Brihuega | El jardín de La Alcarria

Si bebes de izquierda a derecha de todos los chorros de la Fuente de los Doce Caños encuentras pareja. No sabemos si ocurre lo contrario, cuando se empieza a beber desde la derecha 🙂

La iglesia de San Felipe; el lavadero, con la fuente de los doce caños al otro lado y las cuevas árabes son algunos de los numerosos puntos a conocer. La forma más fácil de hacerlo es con la visita guiada gratuita que ofrece la oficina de turismo. Durante dos horas podrás recorrerla y conocer los detalles más relevantes de esta localidad histórica.

Cuevas árabes en Brihuega | La Alcarria

Las cuevas, horadadas bajo el suelo de las casas, servían como escape ante un ataque enemigo y conducían a campo abierto fuera de la muralla. El simpático Miguel Ángel, dueño de la carnicería contigua, restauró la suya para hacerla visitable.

Gracias a ello, supe que durante siglos fue un ejemplo de convivencia entre judíos, musulmanes y cristianos. Incluso, que antiguamente se llegó a cambiar el día de mercado a los martes para que ninguna de las religiones se sintiera agraviada. También que la Real Fábrica de Paños,  creada por el rey Fernando VI, alcanzó su mayor esplendor gracias a los encargos de Carlos III. Fue un gesto de agradecimiento por el apoyo de los briocenses durante la guerra de sucesión entre Austrias y Borbones.

Real Fábrica de Paños de Brihuega | Guadalajara

La Real Fábrica de Paños de Brihuega se confunde con una plaza de toros por su aspecto circular.

 

Posteriormente, Brihuega también fue noticia por una cruenta batalla durante la guerra civil española; en la que los locales vencieron a las tropas fascistas italianas. Pero notas bélicas aparte, porque como decía el gran Manu Leguineche «las guerras siempre se pierden«; la Real Fábrica de Paños destaca por su singular aspecto circular y por sus magníficos jardines.

Jardines de la Real Fábrica de Paños de Brihuega en La Alcarria |Guadalajara

La comunidad judía aportó la tradición del tinte y secado de paños, para lo que se utilizaba una zona de los jardines.

A esta monumentalidad histórica se añade la simpatía y calidez de su gente, entrañable y abierta. Y que como en otros entornos pequeños conserva ese, admirable y casi extinto, vestigio de urbanidad de saludar a quien se le cruza por delante aunque sea un desconocido.

Casa y semblanza de Manu Leguineche

El refugio alcarreño de Manu Leguineche se conoció desde siempre como casa de los gramáticos, no podía ser de otra forma. Antes de que el escritor la reformara, perteneció a Margarita de Pedroso, poetisa de la Generación del 27 y amor platónico de Juan Ramón Jiménez. Una casa, por tanto, íntimamente ligada a las letras antes y ahora.

Casa de Manu Leguineche en Brihuega junto al arco del Juego de la Pelota

Puerta del Juego de Pelota que da paso a la casa de Manu Leguineche, en una plaza que ahora lleva su nombre.

En ella, donde se le pudo ver en muchas ocasiones, Manu Leguineche recibió a escritores, periodistas y amigos. Noveles o consagrados, su generosidad era enorme a decir de quienes le conocieron. También destacan de él su inmensa cultura, cercanía e inteligencia. Una persona honesta consigo misma y con la profesión; que así lo requiere, aunque en ocasiones no se encuentren ejemplos similares. Detrás de todo ese saber, aparecía un hombre humilde. Y no es poco, porque Manu Leguineche ganó todos los premios de la profesión. No en vano empezó de la mano del maestro Miguel Delibes; además de escribir más de cuarenta libros y fundar dos agencias de prensa. Actualmente, se otorga en su honor el Premio Internacional de Periodismo «Cátedra Manu Leguineche», que en su quinta edición recayó en otro gran corresponsal: Mikel Ayestaran.

Jardín de la casa de Manu Leguineche en Brihuega |La Alcarria |Guadalajara

Un precioso rincón del jardín en la casa de Manu Leguineche en Brihuega.

Nacido en Arrazua, al lado de Gernika, Manu Leguineche afirmó que la II Guerra Mundial empezó en su pueblo. Así lo describe en uno de sus libros: Los años de la infamia. La guerra siempre estuvo ligada a su trayectoria profesional debido a su compromiso con la verdad: «estoy aquí para demostrar que las guerras siempre se pierden» repetía. Con la humanidad y humildad de los grandes hombres. Viajero y cronista incansable, su legado es una aportación indispensable para conocer la historia y el origen de conflictos pasados, y de otros, cuyas consecuencias aún perduran.

Sus libros son prácticamente un género propio en los que enlaza con prodigiosa armonía y ritmo: actualidad, historia, ensayo y diario de viajes.  Siempre con rigor y profundidad pero con una prosa ágil y precisa, exenta de pomposidades. Muy similar a la de otros grandes escritores y corresponsales como Ernest Hemingway.

Mesa de Manu Leguineche en su jardín de Brihuega

Manu aprovechaba, en ocasiones, este rincón del jardín para escribir.

Su genialidad residía también en mil detalles. Como su capacidad para convencer al jefe de la expedición estadounidense, con la que dio la vuelta al mundo en coche, de que le dejara acompañarlos aunque no supiera conducir. Echando mano de su carisma, cantando «Granada» a pleno pulmón y afirmando que sabía jugar al mus y muchas canciones en euskera, entre otras ocurrencias, lo consiguió. De ahí, salió una de sus obras maestras: El camino más corto. Y podría seguir contando un rato largo pero creo que es mejor que te acerques a esta figura mundial del periodismo a través de sus libros. Si no lo has hecho ya, claro.

Además de por admiración personal, he querido rememorar la figura de este gran hombre porque detrás de cada lugar hay una historia que contar y la de Manu Leguineche, es imprescindible por su calidad humana y profesional. La del Manu del Athletic y del mus, pero también la del hombre que cubrió todos los conflictos como corresponsal comprometido y escritor riguroso. El Manu que dejó huella entre quienes tuvieron el privilegio de conocerle y entre quienes leemos y releemos sus libros, crónicas y artículos. El «jefe de la tribu«.

Dónde alojarse en Brihuega

Si decides conocer La Alcarria te recomiendo alojarte en la Hospedería Princesa Elima de Brihuega. No solo por sus impecables instalaciones y deliciosa cocina; sino también por la profesionalidad y cercanía de sus anfitriones: José y su hija Raquel. Ambos acogen al viajero con tal cariño que le hacen sentirse de la familia nada más llegar. Les mando un abrazo desde estas líneas. Y también por la misma razón a Rosa Leguineche, hermana de Manu, con la que tuve la fortuna de intercambiar unas palabras.

Excursiones por La Alcarria

La Alcarria tiene mucho que ver y si pasas allí unos días puedes acercarte a otras localidades como Jadreque para contemplar el Castillo del Cid; la coqueta Hita, famosa por el arcipreste autor del Libro del buen amor; Cívica y su curiosa construcción; La Oliva con sus preciosas casas de cuento y sus vistas; Torija y su castillo medieval; Zorita de los Canes; Pastrana y los embalses de Entrepeñas y Buendía.

Ainhoa Lizarraga en Cívica | La Alcarria

Aquí me tienes asomada desde una de las galerías de Cívica, esa perfecta integración de obra humana y de la naturaleza.

Y si vas a principios de verano a Brihuega, disfrutarás del mágico espectáculo de sus campos de lavanda. Como curiosidad también encontrarás en Brihuega un centro de retiro zen y una comunidad Hare Krishna.

Otra parada cercana pero fuera de La Alcarria es la preciosa localidad de Sigüenza.

Enlaces de interés:

Hospedería Princesa Elima

Qué ver en Brihuega

Manu Leguineche

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5 Comments

  • Reply Josune 20 octubre, 2017 at 13:50

    Que sitio más interesante parece! , las fotos son preciosas. Habrá que organizar pronto una salida para conocerlo.
    Gracias!!!!

  • Reply Ainhoa Lizarraga 31 octubre, 2017 at 11:26

    Sí, merece mucho la pena, seguro que te gusta. Un abrazo 🙂

  • Reply Rosa Leguineche 1 noviembre, 2017 at 0:30

    Ainhoa hola, soy Rosa la hermana de nuestro querido Manu. En este momento he recibido tu enlace. Imposible hacerlo mejor !!! Un gran abrazo

  • Reply Ainhoa Lizarraga 1 noviembre, 2017 at 12:29

    Hola Rosa, no sabes cuánto significan estas palabras para mí. ¡Mil gracias! Y también por todo tu cariño y cercanía. Un abrazo enorme!!

  • Reply Miguel 6 agosto, 2019 at 7:49

    Qué gran sensibilidad la de Manu Leguineche al escribir y describir. Lástima si viera que su querida El Tejar de La Mata , la gran protagonista de su Felicidad en la Tierra ahora ya no corona la colina, sino una nave industrial de dimensiones descomunales que se avista desde el Tejar para romper la armonía que tanto alabó . Curiosa y triste paradoja.

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